domingo, 13 de septiembre de 2009

ARTE DEL EXTREMO ORIENTE



JAPÓN

 La historia del arte japonés se puede dividir en los períodos correspondientes a cada una de las etapas dominantes de la historia del país, pues en cada una de ellas se produce un cirto desarrollo original del arte.

EL PERÍODO ASUKA

Prescindiendo de etapas más primitivas, la primera que tiene alguna importancia es la de Asuka (siglos VI y VII) durnate la cual se produce la entrada del budismo en el Japón, que, al igual que sucedió en China, produjo un gran impacto en el campo artístico.
 El edificio más importante de este período es la Pagoda de Horyu-ji. Tras una etapa en la que se importan estatuas de Buda de China y Corea, los japoneses empiezan a labrar las suyas propias, como el Kannon de Kudara. Se conservan también obras pictóricas de gran originiladidad como el Relicario de Tamamushi.
  El momento de máximo apogeo del arte budista japonés es es del período Nara (siglos VII y VIII), durante el cual se levantan varias pagodas como el Shoso-in, se desarrolla la estatuaria del Buda (Buda del Tuchibana) y se decoran con pinturas murales de tema profano las pagodas de Horyu-ji y Shoso-in. Por primera vez aparecen los makimonos, historias pintadas en largos rollos de papel o seda, con el texto explicativo de las imágenes.

EL PERÍODO HEIAN

Durante el período Heian (siglos VIII a XII), la cultura china ha sido ya totalmente asimilada en el Japón. . Los templos se convirtieron ahora en santuarios de meditación (Pagoda de Muro-ji) y se erigen fuera de la ciudad, hasta que vuelven a ella para convertirse en centros de renunión mundada (monasterio de Fénix).
Las representaciones escultóricas más comunes siguen siendo las figuras de Buda, a las que se añaden ahora las de algunos dioses sintoístas. Las pinturas religiosas (murales de las grandes pagodas) ve limitada su espontaneidad por los cánones religiosos que imponen temas y estilo; en cambio, la pintura profana destinada al interior de las casas, se libera de la influencia china y se hace más íntima, adquiere mayor viveza de colorido. Junto a los makimonos destacan unas pinturas carcaturescas que satirizan a la alta aristocracia representándola mediante figuras de animales.
Dentro del campo de las artes menores, también hay excelentes muestras del arte japonés del período Heian en las cajitas de laca para guardar cosméticos, en los marcos de los espejos y en los biombos.

 Con la introducción de la filosofía zen, durante el período kamakura (siglos XII a XIV) se produce una intensa transformación artística. La escultura y la pintura se hacen más realistas y los artistas son cada vez más conocidos individualmente. La arquitectura se hace más sencilla y funcional.

PERÍODO MUROMACHI

Durante el período Muromachi (siglos XIV a XVI), se impone en pìntura la técnica de diluir los colores en agua para hacerlos más difuminados; esto obliga a los artistas a dotar de gran precisión sus pinceladas, pues el rápido secado impide la rectificación. El pintor más célebre de la époc es Sesshu, que destaca como autor de retratos y paisajes.
La arquitectua de este período es de una gran elegancia y tiene ya más componentes japoneses que componentes debidos a la influencia china. Esto es evidente sobre todo en las grandes mansiones, señoriales (Pabellón de Oro y Pabellón de Plata, ambos en Kyoto)

 En el siglo XVI  y en el siglo XVII (Período Momoyama), el sentido pictórico se hace grandioso. Hay tres escuelas importantes de pintura: las de Shino, Oribe y Karatsu. Se construyen grandes palacios, como el de Fushimi y castillos como el de Osaka.

PERÍODO EDO

Finalmente, el período Edo (siglosXVII a XIX), que coincide con el momento de aislamiento de toda influencia exterior, asiste al desarrollo de un arte de gran altura, con artistas destacados en pintura (Sotatzu, Ogata, Korin, Suzuki Haronobu. Toshusai Sakaku, R. Hokusai y Ando Hiroshige) y excelentes edificios (Mausuleo de Toshogu y Palacio de Katsura en Kyoto). Típicos de ésta época son los chashitusu o casas de té




CASTILLO DE OSAKA



Melan