martes, 18 de octubre de 2011

BENITO QUINQUELA MARTÍN, UNO DE LOS MÁS GRANDES PINTORES ARGENTINOS



Quinquela

































BIOGRAFÍA.

Benito Quinquela Martín: el artista de La Boca

El 20 de Marzo de 1890 fue dejando en la Casa de Expósitos un niño que se suponía había nacido tres semanas antes, es por eso que el día de nacimiento de Benito ha sido consignado como el 1º de marzo. Fue bautizado con los nombres de Benito Juan y se le asignó el apellido Martín.
Su primer nombre fue en razón de ser bautizado el día de San Benito Abad, el 21 de marzo. Casi ocho años después, el 16 de noviembre de 1897 es adoptado por el matrimonio formado por Manuel Chinchella y Justina Molina, quienes vivían en la Boca del Riachuelo, donde vivió toda su vida el maestro.
Cursó tan solo los dos primeros grados de la primaria, y luego se dedicó a repartir el carbón que sus padres vendían a los vecinos del barrio.
Cuando cumplió 15 años su padre que descargaba carbón en el puerto, lo convocó a trabajar con él, pese a su físico poco adecuado para la tarea, pero su empeño y rapidez le hicieron ganar el apodo de "EL MOSQUITO".
Al poco tiempo, cuando cuenta 17 años, se inscribió en una academia para cursar dibujo y pintura, con le maestro italiano Alfredo Lázzari, quien fue su único maestro. Completó su formación autodidacta a través de lecturas en la biblioteca del Sindicato de Caldereros, y allí descubrió el libro "El Arte" del escultor francés, Auguste Rodin, que lo llevó a dedicar su vida a la creación artística.
Cuando cumple 20 años expone por primera vez sus trabajos en la Sociedad Ligure de Mutuo Socorro. En 1912 se le diagnostica un principio de tuberculosis y busca los purificadores aires de Córdoba para curar su enfermedad. Allí realiza una serie de paisajes acompañado al maestro Walter de Navazio. Retorna a los seis meses milagrosamente curado y convencido que debe reflejar, como decía Rodin, únicamente su vida y su ambiente, es decir pintar su aldea: La Boca del Riachuelo. 
Muere a los 87 años, el 28 de enero de 1977.
Fue el inventor de la calle "Caminito", una vía de ferrocarril abandonada que él quiso transformar en museo al aire libre para favorecer a los artistas y artesanos del barrio en los años de la década de 1950, y que con el tiempo, su éxito fue tal que ahora pareciera que siempre estuvo ahí.


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A las 8 de la noche del 20 de marzo de 1890, en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, fue dejado en la entrada de la Casa de los Expósitos, un niño de aproximadamente veinte días de edad, con camisa, pañal y ombliguero de madrás, faja blanca de algodón, gorrito y tres mantillas de bombasí, un trapo grueso de algodón y la mitad de un pañuelo de hilo. Fue bautizado el 21 con el nombre de Benito Juan y con el apellido Martín. Vivió casi ocho años allí. ¿Quién sería este niño?
Su padre adoptivo, fue un genovés que había trabajado en Olavarría y que cargaba carbón de leña en La Boca, se llamaba Manuel Chinchella. Su madre, una analfabeta entrerriana, que lo amó y lo cuidó, se llamaba Justina Molina. Cuando este niño cumplió 29 años cambió la grafía de su nombre debido a los problemas y confusiones que le generaba, ya que a Chinchella le decían burlonamente "chinche" y además los genoveses lo pronunciaban Quinquela, por eso pasó a ser BENITO QUINQUELA MARTIN. Vivió con sus padres hasta que ellos fallecieron a los 78 y 84 años, con sus primeras ventas les compró la casa y la carbonería donde trabajó de niño. 

Cursó tan solo los dos primeros grados de la primaria, y luego se dedicó a repartir el carbón que sus padres vendían a los vecinos del barrio.  Cuando cumplió 15 años su padre que descargaba carbón en el puerto, lo convocó a trabajar con él, pese a su físico poco adecuado para la tarea, pero su empeño y rapidez le hicieron ganar el apodo de "EL MOSQUITO".   Al poco tiempo, cuando cuenta 17 años, se inscribió en una academia para cursar dibujo y pintura, con el maestro italiano Alfredo Lázzari, quien fue su único maestro

Completó su formación autodidacta a través de lecturas en la biblioteca del Sindicato de Caldereros, y allí descubrió el libro "El Arte" del escultor francés, Auguste Rodin, que lo llevó a dedicar su vida a la creación artística. Cuando cumple 20 años expone por primera vez sus trabajos en la Sociedad Ligure de Mutuo Socorro. En 1912 se le diagnostica un principio de tuberculosis y busca los purificadores aires de Córdoba para curar su enfermedad. Retorna a los seis meses milagrosamente curado y convencido que debe reflejar únicamente su vida y su ambiente, es decir pintar su aldea: La Boca del Riachuelo.

En 1914 participó en el Primer Salón de Recusados y en 1918 llevó a cabo su primera exposición individual en la Galería Witcomb. Entre 1935 y 1936 realizó trabajos en cerámica y se inició en la pintura mural, técnicas con las que decoró e inauguró la Escuela Museo Pedro de Mendoza en la Boca.  En 1938 fundó y dirigió el Museo de Bellas Artes de la Boca. Durante 1939 se dedicó al aguafuerte, representando el dolor, el trabajo y la alegría del puerto, en sus distintos aspectos. En 1920 recibió el Segundo Premio del Salón Nacional. Fue nombrado por la Universidad de Buenos Aires Miembro Honorario de sus claustros, en 1972 y 1974 recibió el homenaje del Fondo Nacional de las Artes y se realizó una muestra retrospectiva de su obra en las Salas Nacionales de Exposición, Palais de Glace.

Su condición de filántropo lo llevó a comprar los mejores terrenos para construir una escuela para 1.000 niños, un lactario donde las amas de leche dieron alimento a los niños abandonados o pobres, un jardín de infantes, una escuela de artes gráficas para que se especializaran los niños del barrio y un instituto odontológico modelo, que él no tuvo, por lo que siempre padeció una dentadura imposible.


En Italia quisieron condecorarlo como "Cavallero Oficiale", en París propusieron integrarlo a la Legión de Honor, y en España, denominarlo como el "Primer Pintor Argentino" en el Museo de Arte Moderno de Madrid. "Yo me sentía ante todo pintor de la Boca, y por mi sensibilidad de artista de barrio y mi condición de carbonero del puerto no me consideraba preparado para aceptar tales homenajes."
   Quinquela ha dejado muestras de su arte en todos los museos y galerías más importantes del mundo. A través de su producción plástica supo mostrar la identidad de su barrio, al cual siempre volvió y se encuentra íntimamente ligado. "Habrá de disculpárseme, pues, si un amor y una convivencia que ya duran medio siglo, me llevaron algunas veces a embellecer las cosas y los seres de un barrio. Esa adhesión y ese sentido me conquistaron el título de pintor de la Boca, que es el único a que aspiro y el que me corresponde en realidad."
    Quinquela Martín, fue el pintor del Riachuelo por excelencia, y el más popular de los pintores argentinos. Su obra figura en los mejores museos de arte de Europa y América y ha sido uno de los fundadores de la pintura con motivos de nuestra ciudad.
Falleció en Buenos Aires el 28 de Enero de 1977.

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Mister Farrel, el Rey del Acero, enamorado de la obra de Quinquela, se empeña en que pinte sus poderosas fábricas de Pittsburg. Le abre un verdadero caudal de dólares. El artista no acepta.
-Pero esa era la oportunidad- comenta el entrevistador.
-Ya sé. Pero a mí eso no me interesa. A la gente le cuesta creer que haya alguien que no aspire a la fortuna, sobre todo teniéndola entre las manos…
-Sin embargo, usted es rico…
-¡Qué voy a ser rico!... Si vivo al día… Con decirle que el estudio es alquilado… La única propiedad que he podido comprar es la casita de los viejos…

(Entrevista realizada el 3 de octubre de 1930)

Fuente. pizzería el padrino. blogspot. com



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Melan.

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